-Todos los dias lo limpiamos con alcohol al cuadrito-
Me decia Nestor mientras su hermano corria a buscar la foto que les quedo de recuerdo de aquellas visitas allá por 2007. Es que claro, tres años son mucho para niños de entre 4 y 10, es un lapso importante de maduración individual y porque no colectiva tambien.
Es así que me encontre con una versión mucho más madura, conversadora y altamente rememoriada de los gurises que en aquel entonces nutrian la historia de ellos mismos.
Tres años después, puede significar muchas cosas, y teniendo en cuenta el contexto no debería de sorprenderme que empeore, pero no es así.
Tres años después, esta familia tiene un boca nueva que alimentar, pero tambien agrandaron “la casita” y en la comunidad ya se habla de su propia producción sin intermediarios, aquella que les permitirá vender sus productos de mar sin que exista un empresario de la zona que se les quede con el 50% o más de las ganancias.
Tres años después, hoy, y a pesar de los pesares, suman y no restan.
Que alegría.
Pueden volver a ver el reportaje en la web del CMDF o mismo aqui en el BLOG
@Santiago Barreiro 2010
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